En Coca-Cola, cada gota de agua cuenta

El agua es el ingrediente principal de las bebidas de Coca-Cola, además de ser indispensable para su cadena de suministro agrícola y en el proceso de fabricación de sus productos. Por ello, su gestión responsable es un imperativo y una prioridad para la compañía.
De este modo, Coca-Cola trabaja para proteger las fuentes de agua que utiliza, reducir su consumo en la fabricación de sus productos, reciclarla para su reutilización y devolver a la naturaleza más agua de la que contienen sus bebidas a través de diversos proyectos en zonas de gran valor ecológico.
Protección de las fuentes de agua
Lo primero que hace Coca‑Cola antes de construir una fábrica es evaluar el estado de los recursos hídricos del territorio en el que se pretende instalar. En ese análisis se valora la cantidad y la calidad del agua, así como los posibles riesgos derivados de fenómenos meteorológicos extremos o desastres naturales. Identificadas las vulnerabilidades, se elabora un plan específico de protección de esas fuentes de agua. El objetivo es garantizar su disponibilidad para las comunidades locales y asegurar la viabilidad de la planta.
Uso eficiente del agua en la fabricación de las bebidas
Protegidas las fuentes de agua, los esfuerzos se centran en hacer un uso responsable de este recurso en la fabricación de las bebidas. En la actualidad, Coca‑Cola en España emplea 1,76 litros de agua para producir un litro de bebida (en 2010 utilizaba 2,17 litros de agua). De ellos, un litro va en la bebida como ingrediente y el otro 0,76 se utiliza en los procesos de limpieza de los envases y mantenimiento de las plantas.
Las botellas de vidrio de los bares, cafeterías y hoteles son retornables, por lo que pueden usarse decenas de veces. Para ello hay que dejarlas completamente limpias. Esto se realiza en grandes máquinas, donde agua a alta temperatura y detergente las dejan aptas para ser rellenadas. Estas lavadoras enormes y muy costosas fueron diseñadas hace años, así que se han hecho ajustes, como por ejemplo en los inyectores, para lograr rebajar el consumo de agua de manera significativa.
Pero los envases no rellenables, como las latas o botellas PET, también se lavan antes de llenarse, aunque este proceso necesita mucha menos agua. Como el agua utilizada en este procedimiento sigue teniendo buena calidad, con un pequeño tratamiento se vuelve a usar en otros procesos.
Precisamente, la reutilización del agua y la mejora de los procesos de lavado de los envases han permitido disminuir un 18,7% el consumo de agua desde 2010.

Reposición a la naturaleza del agua contenida en las bebidas
Finalizada la fabricación, esa agua utilizada para higiene y mantenimiento se devuelve a la naturaleza. En unos casos, se conduce a depuradoras municipales, donde se junta con el resto del agua consumida por la localidad y se limpia para devolverla a un río o al mar. En otros casos, se vierte directamente a un cauce natural. En este caso, el agua se depura y trata para garantizar que pueda albergar vida acuática y sea totalmente seguro mezclarla con el resto del torrente natural.
Por lo que respecta al agua que va en la propia bebida, Coca‑Cola se ha propuesto devolver a la naturaleza el equivalente al 100% del agua contenida en sus productos, meta que la compañía en España rebasa con creces. Sin ir más lejos, en 2022 devolvió a la naturaleza 4.716 millones de litros de agua, que representan el 161% del agua contenida en las bebidas que comercializó en nuestro país.
Pero ¿cómo logra reponer cada gota de agua incluida en los envases? Lo hace a través de diferentes iniciativas medioambientales,en colaboración con organismos públicos, ONG, universidades y otras entidades.

Concretamente, desde 2009 ha desarrollado 10 proyectos, de los que ocho siguen activos. Entre ellos destacan el desarrollado junto a WWF para mejorar la cantidad y la calidad del agua en el estuario del río Guadalquivir o el que aprovecha aguas residuales depuradas para restaurar humedales en la desembocadura del río Guadalhorce, en Málaga. Pero también cabe mencionar los centrados en la mejora del uso del agua en la agricultura, como Cítricos Sostenibles, para que los productores de naranjas y limones ahorren agua optimizando el riego, además de reducir las emisiones de CO2 con la utilización de menos fertilizantes.