Mujer. Sus tierras. Sus Derechos

La desertificación es un problema ambiental que ocurre cuando las tierras fértiles se vuelven áridas, secas y estériles. Esto sucede debido a una combinación de factores, como el cambio climático, la deforestación, la sobreexplotación de los recursos naturales y prácticas agrícolas no adecuadas.
Cuando las tierras se desertifican, pierden su capacidad de retener agua y de sostener la vida vegetal, por lo que los cultivos no pueden crecer, los animales no pueden pastar y las comunidades rurales luchan por encontrar suficientes alimentos y agua potable. Además, la desertificación también afecta a la biodiversidad, ya que muchos animales y plantas no pueden sobrevivir en condiciones tan extremas. La desertificación tiene graves consecuencias para nuestro planeta y para las personas que dependen de la tierra para sobrevivir.
Cada 17 de junio se celebra el Día Internacional contra la Desertificación, una fecha marcada en el calendario por la ONU, que este año tiene como lema «Mujer. Sus tierras. Sus derechos», centrándose en el papel crucial de las mujeres en la gestión sostenible de la tierra y la lucha contra la desertificación.
Las mujeres rurales desempeñan un papel clave como guardianas de la tierra, ya que en innumerables países alrededor del mundo, son las responsables de la producción de alimentos, la recolección de agua y la conservación de los recursos naturales. Además, las mujeres tienen un conocimiento tradicional invaluable sobre las prácticas agrícolas sostenibles y la preservación de los ecosistemas.
Si bien hay miles de mujeres anónimas y otras tantas más conocidas que cada día luchan contra este problema, en la India, África, Asia o Costa Rica, existe una mujer que merece la pena nombrar, Wangari Maathai, la primera mujer africana y primer ambientalista, en recibir el Premio Nobel de la Paz en 2004 por su contribución a la sostenibilidad ambiental y su lucha por los derechos de las mujeres.
Sin embargo, a pesar de la importante contribución de las mujeres, a menudo se enfrentan a desafíos y discriminación en relación con la tenencia de la tierra, y el acceso a los recursos naturales, ya que hay países en los que se les niegan los derechos de propiedad de las tierras que limita la capacidad para tomar decisiones sobre su uso y gestión. Por ello es fundamental promover la igualdad de género y garantizar los derechos de las mujeres en relación con la tierra y los recursos naturales. Esto implica políticas y marcos legales que protejan los derechos de propiedad de las mujeres y les brinden acceso equitativo a los recursos, así como oportunidades de participación y toma de decisiones en la gestión de la tierra.
Las acciones que podemos tomar desde nuestras casas a la desertificación son varias, como hacer un uso adecuado del agua procurando no malgastarla, no conducir o pisar fuera de los senderos marcados en el campo, y ayudar en iniciativas de replantación de árboles para restaurar los ecosistemas dañados y consumir frutas y verduras de temporada que derivan en un uso sostenible y responsable de la tierra.
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