Aqualia y su fórmula de éxito para reducir el impacto ambiental: Tecnología e Innovación

Aqualia y su fórmula de éxito para reducir el impacto ambiental: Tecnología e Innovación

La gestión del ciclo integral del agua tiene un impacto sobre el medio ambiente, por la propia naturaleza de la actividad. El Objetivo 13 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, Acción por el Clima, nos anima a adoptar medidas frente al cambio climático. Las compañías operadoras de servicios urbanos de agua tienen la responsabilidad de barajar soluciones viables para la gestión sostenible y respetuosa del medioambiente.

El cambio climático es un reto global que amenaza el futuro de nuestro planeta. Y en Aqualia son conscientes de que deben ser parte de la solución. Para ello apuestan por la innovación y la tecnología. Con soluciones viables en eficiencia energética y en reducción de huella de carbono de sus procesos y servicios. 

El compromiso de Aqualia

Para Aqualia es prioritario disminuir el impacto de su actividad en el medioambiente. En 2014 se convirtió en la primera empresa del sector en España en calcular la huella de carbono de toda su actividad y registrarla en la OECC del MITECO. Desde entonces, han desarrollado numerosas actuaciones para avanzar hacia una economía sostenible y baja en carbono. 

Muchos de estos proyectos están orientados a eliminar los contaminantes del agua residual que todos producimos en nuestros hogares y transformarlos en biogás para otros usos. Por ejemplo para para combustible de vehículos. En el último año, Aqualia incrementó la producción de biogás procedente de diversas plantas depuradoras de aguas residuales. El potencial de la energía generada sería suficiente para abastecer una flota de 10.000 vehículos

Eliminando la huella de carbono

Un ejemplo de proyectos que han contribuido a esta cifra es el programa ABAD Bioenergy. Este fue seleccionado por el Ministerio para la Transición Ecológica dentro del Proyecto Clima del Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2). En él, se buscan actuaciones de reducción de gases de efecto invernadero que contribuyan a avanzar a una economía baja en carbono. El objetivo de este programa, coordinado por Aqualia, es obtener combustible vehicular a partir de agua residual. 

Otro ejemplo en esta línea, es el proyecto Smart Green Gas,  también coordinado por Aqualia y apoyado por el CDTI y fondos FEDER. El objetivo es generar biometano para vehículos a partir del biogás obtenido en los procesos de depuración anaerobia de aguas residuales urbanas. Aqualia ya dispone de cuatro plantas funcionando en Chiclana, Jerez, Lleida y Madrid. En 2020, está prevista la implantación de dos más en Guijuelo y República Checa, para demostrar la eficacia de este sistema en la reducción de hasta un 80% de CO2.

La generación de energía en la gestión del ciclo del agua es clave en el ahorro de emisiones. Aqualia no solo incrementó significativamente la producción de energía renovable a partir del biogás en 2019, sino que también redujo el consumo de energía combustible en un 6,59% y de energía eléctrica en un 2.49%.

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