Alianzas frente al cambio climático. Ahora o nunca.
La pasada semana, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) publicó la tercera parte del estudio AR6: Cambio climático 2022 y las conclusiones no son nada alentadoras.
El propio Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, fue rotundo en sus afirmaciones. «Retrasar la acción significa muertes. Todo el mundo sabe qué debe hacer», defendió Guterres en la 49ª sesión ordinaria del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. «Todo el mundo está ansioso y enfadado. Yo lo estoy también. Este es el momento, cada acción, cada segundo cuenta», sentenció.
Las expectativas emitidas por el Panel de Expertos han sido muy críticas con la necesidad de hacer una reducción “inmediata y profunda” de las emisiones de efecto invernadero y, señalan que, de esta transformación integral de producción y la industria, deben ser partícipes todos los sectores. Advertencias que aluden al ODS 17, en el que la ONU nos emplaza a “mejorar la coherencia de las políticas para el desarrollo” y “mejorar las alianzas mundiales para movilizar e intercambiar conocimientos, especialización, tecnología y recursos financieros”.
El IPCC, elaborado por tres grupos de trabajo, estudia el cambio climático desde diferentes enfoques: Una primera sección ‘Estado actual y tendencias’, cubre el período histórico y actual. La segunda sección, ‘Clima a largo plazo y futuros de desarrollo’, aborda los futuros proyectados hasta 2100 y más allá; y la sección final es ‘Respuestas a corto plazo en un clima cambiante’, considera los plazos de las políticas internacionales actuales y aporta datos tan determinantes como que “el 10% de los hogares más ricos del mundo es responsable de entre una tercera parte a casi la mitad de las emisiones de gas de efecto invernadero”.
Esta tercera publicación ha sido la más contundente en cuanto a la urgencia de actuación frente al cambio climático. Muestra las evidencias conseguidas hasta el momento y las promesas de mitigación del cambio climático, pero, además, hace un análisis exhaustivo de las fuentes de las emisiones globales que, según explican, siguen muy por encima de los niveles recomendados.
El IPCC pone el foco en la reducción sustancial de los combustibles fósiles, en mejorar la eficiencia energética y en invertir en el uso de combustibles alternativos como el hidrógeno. Unas advertencias dinamitadas por el funcionamiento actual de las ciudades y que exigen una reducción del “43% de las emisiones globales para 2030”.
El Panel de Expertos también advierte que el coste de inversión para reducir el cambio climático debe aumentarse entre tres y seis veces más. La transición hacia el desarrollo sostenible precisa de compromiso conjunto y firme y, por ello, alianzas multisectoriales y multistakeholder como StepbyWater, son cruciales para asumir el desafío de construir un futuro sostenible.
El ODS 17 ‘Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible’ fija las las bases para el futuro y contempla el apoyo, el diálogo y la cooperación para contribuir al logro de los de los ODS y sus respectivas metas, sin dejar a nadie atrás.
Hoy, más que nunca, urge prestar atención a declaraciones como “sin reducciones inmediatas y profundas de las emisiones en todos los sectores, será imposible frenar el cambio climático”, emitida por el IPCC, que nos instan a entrar en acción cuanto antes. El futuro no espera.
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