Día Mundial del Retrete. «Acelerar el cambio»

Día Mundial del Retrete. «Acelerar el cambio»

Un año más, desde 2013, el 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Retrete, una fecha que nos invita a reflexionar sobre un tema fundamental pero muchas veces pasado por alto: el saneamiento y el acceso a instalaciones de retrete seguras y limpias. Aunque puede parecer un tema incómodo, es esencial para la salud, la dignidad y el bienestar de las personas en todo el mundo.

A pesar de los avances en muchas áreas de la vida, todavía hay un alarmante número de personas que carecen de acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas. Casi todos los hogares de la UE disponían de servicios básicos instalaciones sanitarias en 2020, y la mayoría de los países informaron que menos del 1% de su población todavía vivían en hogares sin baño, ducha o un inodoro con descarga de agua, sin embargo, en algunos países, esta proporción sigue siendo comparativamente alta, Rumania reportó cifras muy por encima de todos los demás Estados miembros, con el 21,2 % de la población que no tiene acceso a servicios sanitarios básicos en 2020, igual que Lituania, Bulgaria y Letonia con entre 6,4 % y 7,0 % en el mismo año.

Si miramos los datos a nivel global, según la ONU 3500 millones de personas viven sin acceso a un aseo seguro y 2200 millones no tienen acceso a agua salubre. La ONU también aporta otra cifra en la que pensar, en 2022 se estima que cerca de 419 millones de personas aún practican la defecación al aire libre, que es cuando las personas defecan en lugares abiertos, como en las alcantarillas de las calles, detrás de arbustos o en masas de agua. Entre 2000 y 2017, la cantidad de personas en todo el mundo que realizaban esta práctica se redujo casi a la mitad, de 1300 millones a unos 670 millones. La cifra se reduce, pero seguimos estando lejos de conseguir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, que busca garantizar agua limpia y saneamiento para todos de aquí a 2030, seguimos enfrentando desafíos significativos en este ámbito.

El problema de la defecación al aire libre es su contaminación a las fuentes de agua potable y propagación de enfermedades como el cólera, la diarrea y la disentería. Cada persona produce de media al día cien gramos de heces y litro y medio de orina, un foco de virus, bacterias y parásitos que si no se elimina adecuadamente puede contaminar el suministro de agua potable y propagar enfermedades. Sin embargo, a menudo se piensa en grandes estrategias para erradicar la pobreza y mejorar la salud de las personas y se pasa por alto la construcción de baños.

Pese a que el grueso de personas que practican la defecación al aire libre, según datos de 2017 de la Organización Mundial de la Salud, se concentran en África subsahariana y el sur de Asia, son muchas las personas, que cuando van al campo, a la playa, o la montaña defecan al aire libre sin pensar en las consecuencias que ello produce, así como cuando se viaja en caravanas y se desecha los depósitos del baño directamente a la naturaleza.

La falta de saneamiento adecuado tiene graves consecuencias para la salud, incluyendo la propagación de enfermedades transmitidas por el agua; las mujeres y las niñas a menudo son las más afectadas, enfrentando riesgos de seguridad al realizar sus necesidades en la intemperie, y el acceso limitado a retretes puede dificultar el acceso a la educación, el trabajo y el desarrollo económico.

Sin embargo, a pesar de la claridad de las metas establecidas en el ODS 6, alcanzar un acceso universal al agua y saneamiento para 2030 sigue siendo un desafío. Por lo tanto, es esencial fomentar alianzas internacionales y seguir la propuesta de Naciones Unidas en su ODS 17 para revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible. Solo a través de un esfuerzo global conjunto podremos avanzar hacia la realización de un derecho humano fundamental: el acceso al agua limpia y al saneamiento para todos.

El tema de este año es «Acelerar el cambio», y utiliza el colibrí para inspirar a las personas a tomar medidas para ayudar a mejorar los sistemas de saneamiento. En este momento, estamos muy lejos de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: agua y saneamiento seguros para todos en 2030. Los gobiernos y las instituciones deben ser responsables del cumplimiento de sus promesas y cada uno de nosotros debemos hacer lo que podamos para ayudar a acelerar el progreso.

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